jueves, 10 de febrero de 2011

Historia de la Topografia

Entre los criollos neogranadinos pertenecientes al estamento social que poseia el poder económico, surgieron los precursores de nuestra independencia. Francisco José de Caldas, sabio y patriota colombiano nació en Popayán (1770- 1816), realizó notables estudios botánicos y trazó el mapa del Virreinato del Perú, fue el primer director del Observatorio Astronómico y fundador del Semanario de Nueva Granada, puede considerarse como uno de los gestores de la topografia en Colombia.
El primer instrumento astronómico que fabricó fue un gnomón de biomate, madera dura y fina que admite bastante pulimento; cuyo horizonte de tres pulgadas de grueso, estaba apoyado en cuatro tornillos de hierro, para nivelar y tomar alturas de sol, con el objeto de arreglar una péndola; y como no tenía péndulo ni cronómetro para sus observaciones, reforma un reloj antiguo inglés de péndola quitándole las piezas que servían para las campanas, a fin de quedar más sencillo y menos expuesto a variaciones, revisando y remontando con sumo cuidado el resto de la máquina.
 
Luego se puso a construir un cuadrante solar con un anteojo acromático así: Fabricó un cuarto de círculo de madera de biomate de cuatro pulgadas de espesor para que no se torciese; incrustó en él una faja concéntrica de estaño bruñido para servir de limbo, y trazó la graduación de éste con escrupulosa delicadeza. El centro del cuadrante era de marfil embutido, con una aguja muy fina clavada en él, de la que pendía una pesita del plomo al extremo de un cabello humano, destinado a marcar los arcos de los ángulos o alturas medias, y el instrumento giraba verticalmente sobre un eje central de acero fijado a un mástil e iba a envolverse abajo con una clavija o tornillo cuya cabeza se aplicaba los dedos del observador. El plano horizontal del gnomón servía también para colocar el cuadrante en posición vertical.
 
El péndulo viejo rejuvenecido y el cuadrante que se ha descrito, causaron agradable sorpresa al Barón de Humbolt, a su paso por Popayán, y además fueron los instrumentos con que hizo Caldas sus primeras observaciones astronómicas, con los que fijó la posición geográfica de su ciudad natal, y con los que calculó otras varias latitudes y longitudes que discreparon muy poco de las determinadas posteriormente con buenos aparatos de Europa.
 
En un informe dirigido por Caldas al secretario del virreinato, decía lo siguiente: “En 1799 y principios de 1800 se presentaron a mi espíritu muchas ideas sobre la constancia del calor del agua en ebullición, y sobre su variación mudando de nivel (del mar*), las ideas se pusieron en práctica, y subí cuatro veces sobre los Andes de Popayán, cargando con mis barómetros, termómetros, y con una lámpara de ebullición, verifiqué una larga serie de observaciones; el resultado fue que las montañas se pueden medir con el termómetro, como se hace con el barómetro”.
 Con estos raciocinios llega Caldas a las siguientes conclusiones: “El calor del agua hirviendo es proporcional a la presión atmosférica; la presión atmosférica es proporcional a la altura sobre el nivel del mar; la presión atmosférica sigue la misma ley que las elevaciones del barómetro o, hablando con propiedad, el barómetro no nos enseña otra cosa que la presión atmosférica; luego el calor del agua nos indica la presión atmosférica del mismo modo que el barómetro; luego puede darnos las elevaciones de los lugares sin necesidad del barómetro y con tanta seguridad como él”.
El genio y talento de Caldas contribuyó a la topografía, y sus trabajos fueron de gran precisión e importancia. Estando Caldas en Quito, en Julio de 1802, después de haber observado el solsticio de junio, empezó una serie de incursiones científicas, saliendo hacia los corregimientos de Ibarra y Otavalo, cuya carta levantó por observaciones astronómicas y trabajos geodésicos, en que midió las montañas nevadas de Cotanche, Mojanda e Imbabura. La fijación de la latitud de Quito con diversos objetos le ocupó de una manera seria, posteriormente se comprometió a explorar el territorio por donde se pretendía abrir un nuevo camino de Ibarra hacia la desembocadura del río Santiago; en julio y agosto de 1803, trazó con minucioso cuidado el curso de ¡os ríos, y con determinación astronómica y barométrica de todos los puntos importantes, cortó el perfil del terreno desde las nieves perpetuas de los Andes hasta el océano por medio de herborizaciones (hipsometría*); estableció la altura del mercurio y el grado de calor del agua hirviendo al nivel del mar, fijó astronómicamente y por operaciones geodésicas las posiciones de varios lugares; trabajó con el barómetro y el termómetro, determinando la altura geométrica de las montañas más célebres y más de mil quinientas alturas de diferentes pueblos. Entre las grandes producciones del sabio cabe destacar el Estado de la Geografía del Virreinato, con Relación a la Economía y al Comercio, en que trata el cuadro geográfico del país, diseñando sus límites, sus costas, sus cadenas de montañas, sus páramos y nevados, sus altas mesetas y sus bajas planicies y sus valles; computando la extensión de su litoral en ambos mares y su área territorial; indicando la elevación sobre el nivel del mar, la temperatura, la vegetación, la calidad del suelo, las condiciones atmosféricas y los fenómenos meteorológicos de sus regiones; analizando las ventajas de su posición y configuración para sus relaciones con todos los pueblos de la tierra y sus vías naturales o más practicables de comunicación fluviales o terrestres, para el tráfico interior; dando idea de sus productos vegetales y riquezas minerales de los animales que pueblan sus bosques y sus ríos, de las razas de la especie humana que viven agrupadas o diseminadas en él. La obra de Caldas nos muestra un panorama muy alentador en cuanto a la ciencia y particularmente a la astronomía, cartografia y topografía, que fueron la base de sus trabajos durante toda la vida. Sin mencionar sus valíosísimos aportes a la REAL EXPEDICIÓN BOTÁNICA (1783-1803 ) presidida por el sabio don José Celestino Mutis.De 1849 a1859 durante el gobierno de José Hilario López, se organizó la COMISIÓN COROGRÁFICA que tenía por objeto recorrer todo el territorio nacional y levantar un mapa general y el de las provincias en particular. Además, sus integrantes estaban en la obligación de escribir sobre los lugares visitados que tuviesen especial importancia, de narrar los episodios y aventuras, do observar cuanto pudiese resultar interesante para el mejor conocimiento de la república, de vestidos típicos, de personajes, de accidentes geográficos, etc. Actuó como jefe de la comisión el sabio italiano AGUSTIN CODAZZI, quien por espacio de 9 años visitó todo el país. Una fiebre maligna que adquirió en sus correrías, lo llevó a la tumba sin que hubiese terminado los mapas. El doctor Manuel Ancizar sirvió como ayudante y dejo un librode viajes titulado Peregrinación de Alpha. Como botánico trabajó don José Jerónimo Triana. Muerto Codazzi, la Comisión Corográfica siguió funcionando hasta dar por terminadas las labores que se habían propuesto.
 
 LA OFICINA DE LONGITUDES Y FRONTERAS: fue fundada en 1902, pero sólo empezó a funcionar en 1910, siendo pionero el ingeniero Julio Garzón Nieto. Para el trabajo se repartieron el territorio en dos comisiones de ingenieros. Determinaron las longitudes geográficas, con respecto al meridiano de Bogotá y las latitudes fueron señaladas por pasos meridianos de sol. Publicaron mapas en escalas 1:1 ‘000.000 y 1: 2.000.000. Organizó y dirigió las comisiones internacionales de límites.

 
SIGLO XX DE LA TOPOGRAFIA
 Con el creciente advenimiento de la tecnología, Colombia necesitó desarrollar rápidamente su infraestructura vial con el propósito de lograr la integración de sus diversas regiones, como el ferrocarril del Atlántico, el ferrocarril de Puerto Berrio en Medellín, etc. y las innumerables carreteras. Para finales del siglo XIX los topógrafos (algunos colombianos) coadyuvan en la construcción del canal que unja los océanos Pacífico y Atlántico (Canal de Panamá). En los inicios del siglo XX tiene lugar el estudio de fronteras con otros países tal como ocurrió con Venezuela, interpretando el Laudo Arbitral de la Corona de España, el soporte técnico fue suministrado por la sociedad colombiana de Ingenieros, para que la demarcación fuera exacta y satisfactoria. Así mismo, deben mencionarse los estudios topográficos de los diferentes oleoductos del país. El florecimiento de la Topografía nace en 1928 por cuanto es ejercida por topógrafos profesionales y por topógrafos autodidactas. En 1935 y con la creación del Instituto Geográfico Militar, se cristaliza el pensamiento del sabio Francisco José de Caldas y como culminación de las investigaciones que venían gestándose desde la Real Expedición Botánica, La Comisión Corográfica y la Oficina de Longitudes y Fronteras. Este Instituto dependía del Estado Mayor General del Ejército y se dedicaba al levantamiento de la carta militar del país. El Decreto Número 1440 de 1935 (agosto 13) por el cual se crea el Instituto Geográfico Militar establece en su artículo segundo: “En el levantamiento de la carta, cuyo original se hará en la escala, distancia entre curvas de nivel, etc..., que se determinen por el reglamento interno de esta oficina, reglamento que deberá ser aprobado por el Ministerio de Guerra, se emplearán los procedimientos aerofotogramétricos apoyados en una red constituida por una serie de pautas astronómicas determinadas con exactitud y ligados entre sí por cadenas de triángulos o poligonales topográficas”.

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